jueves, 4 de diciembre de 2008

Los "tontos de los cojones" y la doble moral

Ayer, Pedro Castro, alcalde de Getafe y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias se refirió muy desafortunadamente a los votantes del PP en el contexto de una acalorada intervención radiofónica como "todavía hay tontos de las pelotas que votan a la derecha". Obviamente se equivocó, y por ello ha pedido perdón, pero el PP ha afilado los cuchillos y están pidiendo la dimisión como Presidente de la FEMP. El PP de Madrid incluso amenaza con irse de la FEMP si no dimite su presidente.

Y aquí es donde viene lo de la doble moral. Que un partido que ha acusado a presidentes del gobierno de terrorismo de estado se rasgue las vestiduras por declaraciones como estas es como para pensárselo. Que Esperanza Aguirre decida que sus alcaldes se irán de la FEMP cuando ella acusó a Simancas en sede parlamentaria de "utilizar los métodos de Goebbels" es llamativo, y que se escandalicen por una expresión desafortunada cuando todos cierran filas con sus corruptos, como Fabra, Jaume Matas y toda la caterva de concejales y alcaldes imputados que pueblan sus filas, es también llamativo. No sé qué autoridad moral puede tener un alcalde imputado (y a veces demostrado) para hacerse el digno por unas declaraciones. No creo que ni sepa lo que es la dignidad.

Mientras, la Sanidad y la Educación en la Comunidad de Madrid se van a la mierda, con perdón, pero a la mierda. Y todavía sacan mayoría absoluta. No me extraña que Pedro Castro se asombre, aunque la expresión utilizada sea también execrable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Alguien ha dicho "Sanidad"?

Pues me sé dos chistes cojonudos sobre la sanidad madrileña.

El primero es del estilo de ¿cuál es el colmo de... El caso es que ayer mismo lo oí varias veces en la radio pero lo he estado buscando un rato y no aparece por ningún google. Ni en cadenaser.com, que fue quien lo repitió en las noticias varias veces, entrevistas y detalles incluídos.

Bueno, se trata de una chavala a la que llamaron del hospital Gregorio Marañón porque ya tenía cita para operarse del tímpano. Bien, ¿no?

Pues no. La chavala no tenía ninguna dolencia auditiva, no quería operarse ni había sido "visitada" jamás por el médico en cuestión. Sin embargo, en el hospital tenían todos sus datos.

La enfermera que atendió a la chavala comentó "¡La que hemos liado!".

Eso no es todo. Días después a la casa de la chica llegó una carta de Juan José Güemes, consejero de Sanidad de la Comunidad Autónoma de Madrid para felicitarla por tener día para operarse y para desearle lo mejor en la operación y tal y cual.

Mientras tanto los enfermos reales siguen esperando que les toque el turno de que les den día y hora.


Eso sí. El segundo le tengo. Es un clásico de los de ayer y hoy: El caciquismo, heredero de los "régulos" tartesios y su esclavismo, que duran y duran.

Pero que lo cuenten estos que tienen más gracia, (en el último párrafo)