sábado, 16 de mayo de 2009

Eurofreak 2009: Lo de siempre

Un año más, como todos, hemos asistido a una nueva edición más del festival de Eurovisión, y un año más nos hemos quedado en una posición que no se podría decir que sea muy digna: penúltimos.

¿Merece la pena concursar en Eurovision? Depende de cómo se mire. Si lo que queremos es ganar, desde luego que no. Si lo que quiere TVE es rellenar un sábado por la noche, puede ser. También está todo el relleno de las previas, que dan para unos cuantos días, aunque también se podrían rellenar con un ciclo de películas de Humphrey Bogart, por ejemplo, o de los Hermanos Marx, que por lo menos tenían gracia.

Eso sí, este año faltaba algo. No seré yo el que critique al enviado especial de TVE de este año, pero nos han faltado las previsiones de José Luis Uribarri en las votaciones, dejándonos boquiabiertos a todos al acertar todas y cada una de las puntuaciones que iban a dar los países. ¿Cómo se resumen?, entre vecindad y emigrantes. Me explico. Votos de la antigua Yugoslavia, a la antigua Yugoslavia. Votos de la antigua URSS, a las repúblicas ex-soviéticas. Votos de los países nórdicos, a los países nórdicos y las repúblicas bálticas, que votan a los países nórdicos y a la antigua URSS. Chipre a Grecia, Andorra a España, y donde hay una gran emigración turca, a Turquía. Si luego sale una canción que gusta, pues se le vota, pero no creo que la noruega, que ha ganado de principio a fin de la votación, fuera mejor que la del Reino Unido. De todas formas, para gustos colores.

Como momento impagable, la votación de Alemania, que ha presentado el moreno de Modern Talking, aunando los cardados de los 80 al actual monumento al hortera, que es para lo que ha quedado Eurovisión. Otro momento glorioso ha sido la intervención desde Montenegro, con un chroma que cantaba una barbaridad y las pretendidamente graciosas bromas de la presentadora, que eran recibidas por los rusos con cara de palo y de ganas de pasar al siguiente país.

Y luego está España. No es que hayamos sido una potencia en Eurovision, que la hemos ganado 2 veces y una de ellas ex aequo (si se me olvida alguna para eso están los comentarios, pero creo que no) y porque era en Madrid, pero últimamente ya no sabemos ni lo que presentar. El problema es que queremos hacer una canción diferente y nos sale igual que a todos, pero además no sabemos hacerla.

Eurovision se ha convertido en el refugio de triunfitos y grupos de segunda fila con buenos padrinos, y así no puede ser. Supongo que otros grupos no querrán ir, por el riesgo a perder contra un patinador ruso (todavía no me he recuperado del año pasado), que tiene que ser muy duro, pero bueno, TVE debería esmerarse un poco más en la selección e intentar innovar no enviando una canción del verano.

O eso, o que manden a otro como Rodolfo Chikilicuatre, y ya que no vamos a ganar, por lo menos nos echamos unas risas.

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