lunes, 27 de septiembre de 2010

Lo que hay que hacer para ganarse el pan...

O si no, que se lo pregunten a Mazlan Othman, que será designada en breve como "Embajadora de las Naciones Unidas para el Espacio Exterior". Ella sería la encargada de coordinar la respuesta que daría la raza humana a los alienígenas que eventualmente nos visiten en un futuro próximo.

Dicho así, parece que haya desayunado con anisete, y hasta yo me pregunto por qué sabía raro el café, pero os prometo que me he pedido un café con leche y una barrita con tomate, como todos los días. Además, la noticia la he visto en varios sitios, alguno de ellos como el Telegrah, que no es que sea el más serio, pero tampoco es el Sun o el News of the World.

El caso es que van a nombrar a esta astrofísica oroginaria de Malasia (como Sandokán) como portavoz de la humanidad, lo que me trae dos pensamientos a la cabeza: o se aburren mucho en la ONU (que deben aburrirse como ostras) y alguien le debe dinero a la señora Othman y le ha creado un cargo como pago, o de verdad esperan que lleguen alienígenas a no tardar mucho.

En el primer caso, asistiríamos a una más, porque gente aburrida con cargo tiene que haber ciento y la madre, y no hace falta irse a la ONU para encontrar casos. No hace falta más que mirar alrededor, a cualquier ministerio o comunidad autónoma. Incluso a muchos ayuntamientos. No hablemos de las diputaciones provinciales. Lo que hay que reconocerles en este caso es que le han echado imaginación por lo menos.

En el segundo caso, los ufólogos y todos los listos que hacen programas de misterio, deben estar frotándose las manos, porque les han puesto en casa. Y si esperan una visita próximamente, lo que espero es que les diga algo interesante, porque como lo tengan que decidir en la ONU, se van a creer que tenemos retraso mental además del tecnológico.

Ahora bien, lo que puede que pase es como lo del chiste:

Exterior noche, en mitad de cualquier páramo de EEUU (porque los extraterrestres siempre llegan a EEUU, mal gusto que tienen) y detrás de unos matorrales, que no paran de agitarse, se ven unas luces de colores destelleantes, la señora Othman se acerca y dice:

- Hola. Soy Mazlan Othman, y estoy aquí comisionada por la raza humana para darles la bienvenida a nuestro planeta.

Y desde detrás del matorral se oye:

- Yo soy Jimmy, conductor de la ambulancia, y estoy intentando cagar.

1 comentario:

El que apaga las subestaciones dijo...

Leer con voz de niña de ocho años con melena cuasi blanca, sentada delante de un receptor de televisión analógica sintonizando el ruido blanco de la gran explosión que nos parió.

¿Aún hace falta que lo ponga? ¡Joer, qué bajo hemos caído! Allá va:

Ya están aquí-í